4 de junio de 2007

Chapulín



Hoy estaba laburando. Era un día tranquilo. (Una tarde tranquila). Afuera el día se debatía entre ser otoño y primavera, esas estaciones indecisas. El pasto amarillo me estaba convenciendo, hasta que una mariposa distraída atravesó la ventana: era menos otoño que primavera. Me quedaba poco más de una hora de trabajo y no quería hacer nada. Podría haber preparado y bebido sin pausa 26 cafés dolca instantáneo tradicional. Casi no había ruido. Hasta que busqué en una carpeta donde suelo guardar música, para amenizar una tarde que hasta aquí era demasiado perfecta. Fuí a la "D", lo vi, nos miramos, y un hechizo se apoderó del tiempo y lugar: puse Devendra Banhart, el Niño Rojo. Existe un 78% de posibilidades de que la mariposa haya muerto apenas pasadas las 20hs, cuando el otoño cesara su embate y el invierno violara toda atadura al mundo. Pero no, por alguna extraña razón el Niño Rojo de Banhart hizo aparecer esa mariposa con cada chisporroteo de cuerdas en esas guitarras de sótano y silbidos de banquetes de vinos y manjares nacidos de la tierra. No se qué tiene en la cabeza este chico Banhart pero le sale música de otro tiempo. O sea, hace folk con una guitarra destartalada, instrumentos demodé, y un par de vagos mugrientos que ensayan alaridos más o menos desfinados, y yo tengo ahí sonando esa misma canción que empezó hace 40 minutos y sigue girando distraída como si nada. Como la mariposa. Roja. Y muerta. Quizás.

Devendra en...
> Wikipedia
> la web de su último disco

y un video de Little Yellow Spider, una canción de Niño Rojo